Mensajes De Dios Al Mundo A Través
de Su Profeta: Agustín Del Divino Corazón.
OS ASISTO Y OS PROTEJO
Noviembre 9/07 5:44 p.m.
San Miguel Arcángel dice:
Pequeñas flores del jardín Inmaculado de María: os asisto y os
protejo con mi armadura celestial porque en el final de los tiempos, satanás
actúa con mayor fuerza intentando sacaros del camino que os lleva a la santidad.
Si me invocáis diariamente pidiendo mi asistencia Divina, os
protegeré de las insidias, hostigamientos y mentiras del maligno.
Adorad con espíritu de verdad los Sagrados Corazones de Jesús y
de María, porque son el refugio seguro que os preservará en vuestra vida
espiritual.
Os daré mi espada para que derrotéis al príncipe de las
tinieblas.
Yo soy el Arcángel San Miguel, os cubro con mi armadura
celestial, revistiéndoos de la coraza de Dios para que los dardos lanzados
contra vosotros no os hieran.
Cuantas veces me invoquéis, os libero y os purifico acercándoos
más al cielo.
He hecho presencia visible en medio de vosotros, hombres
moradores de la tierra, pero muy pocos me habéis visto, porque aún hay densas
tinieblas en vuestros ojos que impiden verme.
Batallad sin temor alguno conquistando almas para Dios. Resistid
a las tentaciones que se os vengan y llenad vuestros corazones del amor de
Dios.
El Corazón purísimo de la
Virgen María, es un cofre de oro que contiene grandes riquezas para vosotros;
recogedlas reconociendo en ella su gran misión dentro
de la Iglesia.
Ella es la Madre del sacerdocio Real de
Cristo.
Orad por todos los ungidos del mundo entero
para que sean preservados en su Inmaculado Corazón.
Obedeciendo a ella obedecéis a Jesús, porque son dos Corazones
unidos y traspasados por el amor y el dolor.
Orad al cielo, para que muchas almas reconozcan que la gran
tribulación está en medio de vosotros y que el advenimiento del Reino de Cristo
está próximo.
Repetid con espíritu de fe la siguiente Oración que, de
inmediato al escuchárosla, vendré pronto en vuestra ayuda:
Oración de protección a San
Miguel Arcángel
“San
Miguel arcángel,
Me
abandono por completo a vuestra protección.
Revestidme
de vuestra armadura celestial
Para que
el imperio de Satanás no tenga dominio
Sobre mí,
sobre mi familia y sobre todos los que amo.
Iluminadme
con la Luz de Cristo
Para que el error y las falsas seducciones del
demonio no entren en mi corazón.
Sed mi
guardián y protector,
En este
final de los tiempos, llevándome de vuestra mano al verdadero reinado de
Jesucristo.
Haced
que, vehementemente,
Adore el Sagrado
Corazón de Jesús
y Venere el Inmaculado Corazón de María, resguardándome
dentro de ellos,
Considerándolos
como habitáculos de la Divinidad.
Protegedme,
poderosísimo defensor,
Contra
las huestes del mal
y unidme
al triunfo de los Divinos Corazones, haciéndome partícipe de la Nueva
Jerusalén.
Amén”.
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